No son pocas las voces
que a día de hoy sienten envidia de los clubes de fútbol alemanes
que coparon la final de la competición europea de clubes más
importante. ¿Pero a qué se debe su éxito?. A un modelo surgido de
las ruinas de un sistema, el mismo que aún sigue vigente en España
y que cada vez se ve más fracasado, salvo para dos clubes en
concreto, que colapsó en el año 2002, aquel del golazo de Zizou al
Bayer Leverkusen en la final de la Champions en Glasgow, o en la que
el Borussia caía ante el Feyenoord en Rotterdam en la de la UEFA.
Y colapsó porque el
gigante mediático poseedor de los derechos del fútbol entraba en
quiebra y ponía en jaque las economías de todos los equipos
alemanes, que liderados por un mito del fútbol alemán Franz
Beckembauer y el club que representaba el Bayern Münich se pusieron
de acuerdo para crear un nuevo sistema, con el que todos los
analistas coinciden, y los resultados les dan la razón, con el único
objetivo de conseguir la mejor liga de fútbol del mundo.
¿Y cuáles son los
pilares de este sistema? El primero el mimo al aficionado que va al
estadio a ver jugar a sus equipos, y no al espectador que lo ve por
la tele como se prima en nuestro país, en el que al final tenemos
los estadios semivacíos por una forma de hacer negocio que no les es
rentable a la mayoría. Y ese mimo tiene ventajas e inconvenientes.
La primera de las ventajas es que los horarios se ponen pensando en
los aficionados, a horas normales a las que pueden asistir, y no en
si se va a retransmitir en China o hay muchos partidos para
retransmitir a la misma hora. La segunda poner las entradas a precios
populares, a los que pueda tener acceso casi cualquier persona,
siendo la media de precio de la entrada la más baja de Europa y
obteniendo con ello una media de 90% de ocupación de los estadios,
muy lejos de nuestro 60%, evidentemente estos precios populares en
las entradas también tienen su repercusión en los abonos, siendo el
más caro del Allianz Arena más barato que el de El Molinón. ¿Cuál
es entonces la desventaja? Pues que hay un límite de abonados que
puede tener un club que coincide con el 50% del aforo de su estadio,
dejando el 10% a la afición visitante y el 40% restante libre para
que cualquiera pueda adquirir su entrada, con lo que en el caso
español, como pasó en el alemán muchos tendrían que poner cupos
para abonarse y no podrían aún así mantener todos los que tienen.
El segundo pilar sobre el
que se sustenta el modelo alemán para el fútbol es el saneamiento
financiero de los clubes, para ello lo primero que se puso sobre la
mesa es quién los controlaba, y para evitar la aparición de jeques
o grandes empresarios que tomaran el control de los mismos se
estableció una regla por la cual el 51% del accionariado de los
clubes estaría en manos de sus aficionados, como si de los antiguos
clubes de fútbol se tratara, poniendo la única excepción sobre
aquellas empresas que hayan sido mecenas de un club durante los 20
años anteriores, como la Bayer en Leverkusen o la Volkswagen en
Wolfsburgo, pudiendo de esta forma los aficionados controlar a sus
directivas y cambiarlas si así lo ven necesario. Además la Liga
impuso una estricta auditoria externa anual que corroboraba que estos
clubes no habían incurrido en deudas, ya que en caso contario serían
expulsados de la Liga. Y todo esto no se hizo con pequeños
presupuestos, pues la Bundesliga se ha convertido en la segunda liga
del mundo que mueve más dinero tras la Premier y por delante de la
Liga BBVA.
Finalmente el último
pilar es el reparto equitativo de los ingresos por televisión, como
se hace en todas las grandes ligas de Europa, incluida la Premier o
la Ligue 1 Francesa, con unos repartos en los que la diferencia entre
el que más cobra y el que menos se encuentra en el entorno de los 15
millones, muy lejos de los 130 que se sitúa en nuestro país, eso
permite que todos los equipos se puedan reforzar y tener plantillas
competitivas con las que nadie puede dar por sabidos los resultados
antes de jugarlos, como pasaba en este país hace no tanto tiempo.
Además que los estadios se llenen de gente que les de colorido y
animación y la igualdad imperante entre los equipos ha hecho que los
operadores de televisión hayan multiplicado el dinero que pagan por
los derechos de la misma, con lo que todos han salido ganando.
En resumen, tenemos dos
sistemas enfrentados el avanzado sistema alemán que poco a poco va
reinando en Europa, y el retrasado sistema español, que se ha
quedado en el estadio en donde el resto de ligas potentes de Europa
estaban hace 15 años. Es por eso que nuestros clubes y autoridades
deportivas deberían echar un vistazo a este sistema alemán y
adaptarlo en las medidas posibles al sistema español para conseguir
de verdad tener la mejor liga del mundo.
JOSÉ MARÍA AGUIRRE, VICESECRETARIO DE ORGANIZACIÓN NN.GG. GIJÓN.
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