Muchas
veces tenemos dudas de qué significa que seamos conservadores. Generalmente lo
asociamos a un concepto propiamente político o a un concepto filosófico
característico de la obra y pensamiento de Michael Oakeshott.
Yo
pienso que ser conservador es más, es decir, pasa las fronteras de la política
y de la filosofía.
Ser
conservador es un estilo de vida y la capacidad de tener una VISIÓN única y
especial de qué somos y hacia dónde vamos. Los conservadores de verdad debemos
defender las ideas del ser humano frente a la creciente deshumanización que nos
aplasta día a día. Nuestra obligación es luchar por el imperio natural de la
verdad moral frente a la verdad puramente científica, ya que, como decía
Pascal, “el corazón tiene razones que la razón no entiende”. Esta idea está
también presente en el pensamiento de Burke, incluso al poner límite a las
pasiones humanas.
La
duda entre sentimientos y razón es frecuente, pero debemos hacer lo mismo que
en el plano teológico hacía Santo Tomás de Aquino al unir fe y razón. Ambas
cualidades son humanas y debemos potenciarlas.
Finalmente,
el conjunto de individuos tiene que ser capaz de entender que el amor y los
demás sentimientos son el objeto de la existencia social. Cualquier sociedad
que se niegue a aceptar la posición que ocupan los sentimientos, como eje
vertebrador de la humanidad, está condenada a ser una sociedad inhumana.
ALEJANDRO VEGA LÓPEZ
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