Ayer el
pleno del Ayuntamiento de Gijón dio luz verde a la elaboración de un Plan
Integral de Juventud entre 2016 y 2019. El Partido Popular de Gijón fue el
único partido en votar en contra. ¿Por qué?
En primer
lugar, porque consideramos que elaborar en tres meses un plan para cuatro es
una falta de respeto a los retos tan complejos que tiene la juventud gijonesa
por delante. También porque misteriosamente la izquierda plantea el desarrollo
de este plan durante los próximos tres meses que, no piense nadie mal, caen
entre la pre-campaña y la campaña electoral. Un plan que afecta a toda la
juventud debería tener mucho más reposo del que nos brinda el electoralismo
puro y duro.
También nos
hemos opuesto a esta propuesta porque no tiene sentido que quienes dicen
impulsarla, el Conseyu de la Mocedá de Xixón, lo hagan desde una falsa
apariencia de independencia. El Conseyu es, a día de hoy, el área de juventud
de Izquierda Unida. Sin embargo, ellos hablan desde una supuesta defensa de los
jóvenes que queda retratada en el momento en el que su presidente participa
activamente en la vida del grupo municipal de Izquierda Unida. Muy poco amor
por su partido deben tener los jóvenes de IU para hacer política con la cara tapada,
renegando de sus siglas.
Finalmente,
quiero decir que creo en un Plan Integral de Juventud, y Nuevas Generaciones de
Gijón cree también en él, pero no de esta manera. No como un subterfugio para que
una federación privada de asociaciones recupere el poder perdido por su
sectarismo. Creemos en la juventud independiente como eje de este plan, en las
asociaciones no alineadas con las ideologías y sí con la ayuda a su entorno.
Finalmente creemos en el empleo y el desarrollo económico como eje de una
juventud colmada de bienestar, así como en la libertad como eje de cualquier
plan que se genere sobre juventud.
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