jueves, 14 de noviembre de 2013

Dejad atrás toda esperanza

Dejamos atrás una semana en la que esta parte de la cita de la Divina Comedia de Dante Alighieri se hizo más presente que nunca en nuestras vidas. Por un lado, fue usada por el Portavoz de UPyD en Asturias para hablar de pactos de gobierno, por otro sin usarse se puede utilizar para definir otras situaciones.

Pero vamos a empezar por poner en contexto la frase. En la Divina Comedia el autor se convierte en protagonista y, junto al poeta romano Virgilio, visita el Infierno, el Purgatorio y el Cielo. En la primera parte de su historia, en las puertas del Hades hay una puerta, y sobre ella un letrero en el que se lee “Los que atraviesen esta puerta dejen atrás toda esperanza”, aquí tenemos la frase que encabeza este artículo.

Hablemos pues del Infierno de Dante, con sus nueve niveles, en el que los personajes que allí se encontraban pagaban por sus vidas pecaminosas durante toda la eternidad. Es por este motivo que el letrero les invitaba a abandonar toda esperanza, pues aquél que entraba en el Infierno no volvía a salir de él y su eternidad sería el sufrimiento perpetuo por aquello que hizo mal en vida.

Por eso era sorprendente que Prendes, el pasado Lunes, declarara que entrar en un pacto con UPyD en Asturias significaba para aquel que lo hiciere “dejar atrás toda esperanza”, ¿acaso considera que contar con el apoyo de su partido es un castigo?

En un principio lo justificaba con que el “castigo” era aceptar esa reforma estructural de nuestro sistema electoral en el que no hay una mayoría cualificada para ello, tal y como había acordado con los socialistas asturianos hace ya quince meses.

Aunque se haya olvidado de lo que firmó o considera que la mitad más uno es una cualificación, no se puede amenazar con llevar a la región a la paralización si no se aprueban las medidas personalistas que él quiere y que no son demandadas por los asturianos, ni acordadas por la mayoría de sus representantes. El egoísmo no es una forma de hacer política, aunque se vea en muchas ocasiones, y que sólo lleva a la toma de malas decisiones, el perjuicio del ciudadano y la desafección con las personas que nos dedicamos directa o indirectamente a la política.

Así que hemos de entender que la actitud del diputado de UPyD en la Junta del Principado sí es la del infierno al que nos quiere someter a todos los asturianos, y que empeora aún más la situación en la que llevamos muchos años viviendo. Desde que a finales de los noventa llegaron los gobiernos de Areces, pasando por el narcoléptico gobierno de Cascos, y el gobierno tripartito con su mantenimiento del sistema que nos ha llevado a ser la última región en entrar en la crisis (porque ya no había que destruir) y nos hará ser la última en salir aplicando las mismas medidas que nos llevaron a ella.

Por otro lado, tenemos al Partido Socialista que este fin de semana ha celebrado su conferencia política, esa que nos llevan anunciando meses y que sería el comienzo de una nueva etapa en el PSOE. Sin embargo, la única imagen que dejan es la de no haber cambiado nada y no creer nada de lo que han dicho.
Encontramos a un Rubalcaba vitoreado por los suyos, que en cada declaración se dice con fuerza para seguir al frente del Partido independientemente de lo que opinen sus votantes y algunos cargos. Lo arropan durante el evento, pero no pierden la ocasión de hacer comentarios apuñalándolo por la espalda en cuanto se despista.

Sus grandes propuestas reformistas son….mantener las mismas políticas demagógicas que han aplicado las veces que han gobernado y que han llevado en ambas al país a las mayores crisis de su historia, consiguiendo récords en deudas, en paro, y situación de quiebra de las instituciones públicas que velan por los derechos sociales de los ciudadanos.

Pero no sólo están las medidas desastrosas de siempre envueltas en la retórica demagógica de la izquierda. Ahora han creado dos debates nuevos ajenos a lo que se pide en la calle, por un lado el reformar la Constitución para, mientras hablan de ser un partido nacional, hacerles el favor a los amigos nacionalistas. Pero si nos fijamos en todas las encuestas del CIS, especialmente los más recientes, la mayoría de los ciudadanos están contentos con la actual situación autonómica española, una buena parte querría mayor centralización y sólo una minoría un nuevo cambio a mejor de los entes autonómicos, salvo en Cataluña y el País Vasco.

La otra gran propuesta es el culmen de un giro a la izquierda pretendiendo robarles los votos que todo indica se están yendo a sus socios, cuando los necesitan, de Izquierda Unida. No es nada más y nada menos que profundizar en el intervencionismo estatal hasta tal punto que cualquier día pase como en los países regidos por los totalitarismos programáticos de izquierdas, donde el Estado te dice hasta cómo debes peinarte o vestirte, para el PSOE ahora lo importante es decirte cuánto puedes cobrar y cómo debes formar tus listas electorales o Consejos de Administración, un paso más en la supresión de libertades individuales y colectivas a favor del mayor dictado de actuación por parte del Partido.

Y, finalmente, si en estas últimas semanas hay alguien que están dejando atrás toda esperanza y sufriendo un castigo totalmente inmerecido son las Víctimas del Terrorismo, que tras la terrible decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos han visto cómo los terroristas más sanguinarios, junto a presos de especial peligrosidad, han sido liberados.

Es comprensible que pierdan la esperanza cuando ven salir a la calle a esos malhechores que asesinaron a gente sólo por defender unas ideas diferentes a las suyas; a esos malhechores que celebraron esos asesinatos; a esos malhechores a los que su estancia en la cárcel no les hizo recapacitar sobre sus acciones de las que siguen estando orgullosos. Criminales que son vitoreados por familiares y amigos. Es normal que consideren que lo que está ocurriendo no es más que una broma macabra que les juega, otra vez, la sociedad, y ante ello se encuentren desamparados.

Y es normal que se encuentren desamparados por las instituciones cuando observan en el día de las víctimas del terrorismo cómo los actos oficiales del Parlamento Vasco, a los que asistieron representantes del PNV, Bildu y el Partido Socialista, se recordó a “todas las víctimas de diversas formas de violencia” mientras que el Lehendakari Urkullu recordaba conjuntamente a las víctimas de ETA junto a las “víctimas de violaciones de derechos humanos”, el término utilizado por los filoetarras para aparentar una lucha entre dos bandos, cuando lo único que había era una banda de asesinos por un lado, y la sociedad por el otro. Así es normal que se encuentren desamparados ante la enésima victoria del terrorismo con respecto a la sociedad democrática.

Así que en efecto, hay motivos de sobra para dejar atrás toda esperanza, desde políticos egoístas que por fines partidistas pueden hacer caer a la sociedad en situaciones peores que la que está, a Partidos que no encuentran el norte en sus ideas y se centran en coartar libertades o hasta directamente ver a auténticos delincuentes reírse a la cara de todos los ciudadanos de este país.

Sin embargo caer en la desesperanza es la única forma de morir en vida, y es por eso que todos, y en especial desde el Partido Popular, hemos de luchar por recuperar las esperanza de los ciudadanos en sus instituciones y en las personas que nos dedicamos directa o indirectamente a la política. Hemos de devolver la esperanza a aquellos que creemos que la libertad es la máxima aspiración de un ser humano, y que la labor de las instituciones públicas es conseguir tal efecto. Hemos de devolver la esperanza a aquellos que la perdieron con las decisiones judiciales actuales, haciendo clara defensa de que el Estado de Derecho siempre se impondrá al terrorismo sin claudicaciones.

Por todo esto, hay que invitar a lo contrario a lo que invita Nacho Prendes, hay que invitar a la sociedad a acogerse a la esperanza que será lo que nos traiga verdaderos resultados en todos los aspectos de la vida.

JOSÉ MARÍA AGUIRRE GARCÍA DE LA NOCEDA, VICESECRETARIO NUEVAS GENERACIONES PARTIDO POPULAR GIJÓN.
                                                                                                         

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