Sin embargo, y en plena vorágine de una
resaca que aún continua, no viene mal proceder al análisis sosegado
sobre un par de cuestiones: la primera, se refiere al porqué y al cómo
hemos llegado hasta aquí; es decir, a evitar un cierre unilateral y sin
previo aviso. La segunda, mira al futuro. A qué debe hacerse desde la
sensatez y la cordura, durante este par de años que la multinacional
norteamericana se ha dado de tregua.
Por lo que concierne a la primera cuestión
planteada, posiblemente hayan confluido factores varios: de entrada, la
existencia de una plantilla unida, valiente; y, por encima de todo,
provista de elevadas dosis de habilidad al tiempo de diseñar estrategias
y planificar actuaciones. Su comité de empresa nunca perdió los
nervios, al menos en público; y en ningún instante recurrió a la
violencia como arma negociadora. Entiendo que eran plenamente
conscientes que, de haberlo hecho, hubieran perdido no solo el apoyo
inquebrantable de los gijoneses, sino también la adhesión de las
diferentes instituciones. Poco a poco fueron tejiendo, a base de diálogo
y consenso, una especie de telaraña política en la que cada cual ha
venido jugando su papel en la consecución del mismo objetivo.
Llegados a este punto, me permito la
siguiente reflexión sobre la falta de operatividad de los partidos
regionalistas en la resolución de los grandes conflictos como el de
Tenneco. Y es que la proyección nacional y europea de una formación
política multiplica, sin duda, su capacidad de influencia en los foros
mencionados. Pero sigamos con los factores determinantes en la situación
actual de Tenneco. Además de su plantilla y del consenso político
alcanzado, considero que las presiones de la Union Europea y los últimos
acontecimientos en Ucrania han hecho el resto. De nuevo constatamos en
qué medida las grandes decisiones comunitarias afectan a nuestra vida
diaria.
En cuanto a la segunda cuestión sobre qué
hacer a partir de ahora, es obvio que el éxito logrado se debe apuntalar
con solidez extrema. No en vano, tanto las relaciones económicas y
comerciales como el escenario político mundial están sometidos a
fluctuaciones constantes que repercuten, por supuesto, en las maniobras y
estrategias de las grandes empresas. Ante ello, posiblemente la tarea
que les quede por delante a los trabajadores sea de naturaleza
negociadora, de fatigosos tiras y aflojas con vistas a consolidar como
definitivo el triunfo alcanzado hace una semana.
ÁNGELES FERNÁNDEZ AHUJA, PRESIDENTA DEL PARTIDO POPULAR DE GIJÓN Y DIPUTADA NACIONAL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario