martes, 17 de diciembre de 2013

Los botones de muestra de la falsedad del PSOE

Al PSOE se le revientan las costuras de la incoherencia. Lo mire uno por donde lo mire, aflora en el socialismo una actividad febril de búsqueda desesperada de ese voto perdido que no puede ir a buscar en el grupo más moderado del centro-izquierda social, más que nada... porque éste todavía tiene las manos llevadas a la cabeza tratando de lograr comprender cómo sus representantes nos pudieron llevar a todos a tanta ruina que -todavía después de dos años de intenso trabajo y sacrificio de tantos- apenas se empieza a vislumbrar el final. Y ante tal evidencia, trata de encontrar hueco en la frase de brocha gorda con que poder atraer a los más extremistas. Por eso siguen la corriente de la izquierda más asilvestrada, o se contradicen a sí mismos con sus actos, sin ningún pudor.



Su último nicho feliz de demagogia es la futura ley de Seguridad Ciudadana, que sin haber nacido ya habían bautizado y rodeado de falsedades. Aquí tal parece que la cosa es ponerse tras la pancarta una vez más, con algún lema facilón e incendiario que se entienda bien a través del altavoz, o que se ajuste como un guante a los 140 caracteres del Twitter, y que les sirva de paso para desviar la atención sobre cosas que les gustan menos, ya sean negativas para todos -como el goteo lamentable de los malos usos de algunos dirigentes de su sindicato más afín, al que no dudan en defender como primos hermanos que son-, o de cuestiones positivas para todos -como la salida de la crisis-, que niegan y niegan y vuelven a negar, como los peces en el río, pero en versión laica. Claro que... como tampoco la vieron venir... no digo nada, a lo mejor es que siguen con problemas de vista.

En fin, la cuestión es que la semana pasada se les cayó una de sus mentiras flagrantes al respecto, cuando a Soraya PSOE se le ocurrió acusar a la vicepresidenta Sáenz de Santamaría de pretender "limar" con esta ley derechos fundamentales. A lo que la Vicepresidenta le respondió: "¿Es para usted un recorte que hoy con esta ley se limiten las identificaciones masivas indiscriminadas que practicaba el Gobierno anterior?, porque ahora se va a exigir motivación. ¿O prefiere los métodos del señor Rubalcaba?". ¿A qué se refería la Vicepresidenta? Pues a que durante los años de falso talante del desgobierno de Zapatero se llevó a cabo un 38% más de identificaciones ciudadanas que con el Gobierno del PP. Y más aún, durante los años en los que el hoy líder del PSOE Pérez Rubalcaba fue ministro de Interior llegó a acumular la friolera de 45 millones de identificaciones indiscriminadas, esto es, sin necesidad de esgrimir motivo alguno que las justificara. Y, precisamente, esa realidad legal que el PSOE de Rubalcaba veía bien y ejercía sin recato ni medida es la que quiere, entre otras, cambiar el Gobierno de Rajoy con esta ley, que pretende ni más ni menos que aumentar las garantías de los ciudadanos al regular la intervención de los cuerpos de seguridad.

En este sentido, en el texto del proyecto de ley que el PP quiere sacar adelante, se exige que para que la Policía pida identificación a alguien por la calle haya existencia de indicios de que esas personas a las que se pretende identificar "hayan participado en la comisión de una infracción o para prevenir que la cometan", no como en la ley socialista vigente para la que esto no hace falta, te lo pueden pedir sin más. Y no sólo eso, sino que también se endurecen y, por lo tanto, se protegen los derechos del ciudadano en las diligencias para el cacheo, porque a partir de ahora sólo se podrá llevar a cabo para impedir la comisión de delitos o para sancionar infracciones. Todo ello, por supuesto, tendrá que ser bajo los principios de proporcionalidad, igualdad de trato, no discriminación y mínima injerencia.

Y ésta es sólo una muestra del botón de la verdad. Una muestra de la desfachatez con la que la izquierda organiza una campaña contra una ley que simplemente no les gusta a ellos, porque no es la suya, como ocurre con otras. Una muestra de cómo será la enorme, profunda y, por qué no decirlo, nauseabunda falsedad del discurso de esta izquierda desnortada que hoy ejerce de oposición casi de la misma forma poco afortunada que ejerció el Gobierno, intoxicando con sus falsas poses y sus mentiras cada ley, cada reforma... como se oponen ahora también, ya de mano, a la prisión permanente revisable para determinados casos de delitos muy graves y terrorismo; otra muestra de otro botón... pero de éste hablaremos otro día.

LAURA SAMPEDRO, SENADORA DEL PARTIDO POPULAR POR ASTURIAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario