miércoles, 20 de febrero de 2013

La alfombra roja


Hace tiempo que me he aficionado al cine español, o más bien al cine en castellano. Películas como El día de la bestia, Whisky, El cielo abierto, Carne de neón, Tiovivo 1950, El Abuelo, El secreto de sus ojos, La habitación de Fermat, Grupo 7, Diario de un Skin, Los amantes del círculo polar, E.V.A., Muertos de Risa, Báilame el agua, La adaptación de la Colmena (aunque a mi juicio deja en el tintero un buen número de personajes e historias del libro), El laberinto del fauno, la arriesgada Fausto 5.0... Todas ellas películas muy recomendables para cualquier persona que quiera disfrutar de grandes historias y variadas; y que, sin duda, aconsejo ver a los lectores de este blog.


Siempre he sido un amante del cine, me gustan sus historias, me gusta darle una oportunidad a películas extrañas y exóticas o difíciles de encontrar. Por esa misma razón, trato de darle una oportunidad tras otra al cine español. No me gustaría entrar en comentarios polémicos para muchos sobre la retahíla de películas vacuas de contenido y llenas de sexo gratuito, de esas que son transgresoras porque se centran en el trasfondo que nunca existe. Tampoco voy a recuperar el discurso que hace un año mencionaba Santiago Segura en el que en tono jocoso (o no tanto) decía aquello de “hay este año unas cuantas películas sobre la Guerra Civil, ¿Que raro para el cine español que se haga una película sobre la guerra civil no?”. Pero pese a que trato de darle una oportunidad tras otra, la actitud de los profesionales del sector me decepciona.

Ayer, como ya viéramos en aquella famosa gala presentada por Willy Toledo, en la que se fue a hacer política, todos los discursos fueron un escaparate para reivindicar críticas al gobierno. Críticas que curiosamente no se producían en gobiernos de otro signo. Bueno, decir eso no es del todo cierto, el presidente de la academia anterior, un brillante Alex de la Iglesia claramente opuesto a la Ley Sinde, dejó claro en su mandato que bondades y perjuicios ofrecía la flaca ayuda al ciudadano que se hacía con una restricción tan fuerte de los Derechos de propiedad intelectual. Que peculiar que tuviese que dimitir.

Vayamos por partes analizando las perlas que hemos podido ver. En primer lugar, Eva Hache, una mujer claramente enemistada con el gobierno actual y que dirigía un programa semanal llamado “Noche Hache”, en el que de forma muy elocuente y poco gratuita (nótese la ironía) se dedicaba a criticar al Partido Popular, desdibujándolo de su actividad y tachándolo de los clásicos clichés que tanto gustan en España. Eva se mostraba abierta a realizar una gala plural, al margen de la pancarta, y con claro protagonismo de lo importante, el cine español. Así lo manifestó pocas horas antes en distintos artículos que pudieron ser leídos en periódicos de tirada nacional y regional. La primera en la frente, su discurso fue un panfleto político que hizo flaco favor a la audiencia del evento, la cual se nutría en sus primeros compases de incautos o ingenuos que querían ver unos premios sobre cine y esperaban mayor corrección.

Pasada la conductora del programa con la doble moral que caracteriza siempre a la izquierda (como podemos ver donde dijo una cosa por la mañana, hace otra de noche), comienzan a surgir los primeros premiados, los cuales pasan entre el mero y educado agradecimiento, a la crítica al gobierno. “Que no hay escuelas, que no hay educación, que los recortes”. En fin, para qué repetir lo de siempre. Y es en ese momento cuando llega el análisis del director de la academia, una persona que debería ser acorde al puesto que está desempeñando y representar al cine de todos los españoles, del pueblo español, sea de donde sea y crea en lo que su conciencia opine. Él mismo se contradice, diciendo que no son “los de la ceja”. Curiosamente acto seguido la premiada por su gran trayectoria profesional es Concha Velasco, mujer que pueden encontrar haciendo el símbolo de la ceja en diversas fotografías y que protagonizó aquella famosa campaña de zapatero de la cual algún que otro participante se ha retractado, ¿verdad señor Sabina?.
Pero claro, la estrella de la noche en esta gala de la incoherencia no iba a ser la “chica ye-ye” a la cual dio el premio su sobrina (se ve que lo del enchufe no es solo cosa de los del gobierno y que ahí quiebra el pluralismo y la igualdad del manifiesto comunista). La estrella de la noche fue una señora a la que yo voy a tratar con respeto pero voy a corregir con severidad. Hablo de Candela Peña. Bien, esta señora trágicamente ha tenido que ver fallecer a su padre, en un hospital sin mantas y sin agua. En cuanto a su padre, tiene usted todos mis respetos y la acompaño en el sentimiento. En cuanto al mensaje, claramente dirigido a ganar notoriedad porque lleva 3 años sin trabajar, me parece vergonzoso. Estimada Candela, en primer lugar como buena catalana que es, sabrá que el dinero para sus hospitales y para la educación de su hijo, ha sido despilfarrado por su Comunidad Autónoma la cual fue gobernada por el PSE y actualmente por CIU. 
En segundo lugar, ese catalán que defiende desde las primeras palabras de su agradecimiento, quizá haya sido el detonante del despilfarro que ha generado sus problemas. En tercer lugar, hay mucha gente que no tiene trabajo y que busca en lo que sea, no la conozco y no puedo aventurar que haya intentado buscar en cualquier cosa, pero por favor, es una trabajadora del cine, es una privilegiada, no se ría a la cara de la gente. Máxime porque dudo que los arreglos que cualquiera mujer coqueta se hace, como por ejemplo su vestido, peinado y abalorios lucidos en la gala, se hayan pagado con la caridad.
Como propina, la actriz Maribel Verdu (eso sí, vestida que esto no es ninguna película de los 80-90 y ahora vamos de finos) recogió en un traje que sin duda sería de rebajas (ya saben, para ser la imagen del Corte Inglés, el puño en alto queda en casa) el premio a mejor actriz. Su discurso reiteró el homicidio social que los dirigentes están haciendo, ya que agradecer un premio a un papel en una película tiene que llevar aparejado eso.

Por cierto, curioso el “colegueo” de aplausos a cualquier reivindicación y agradecimiento, menos al agradecimiento personal de los productores de Tadeo Jones al canal Intereconomía por creer en ellos y ayudarles a financiar su proyecto de animación. Se ve que el dinero vale más si viene de “los buenos”.

Bueno, el repaso ha quedado claro, los que no son los de la Ceja criticando al gobierno, premiando a los actores de la Ceja, sentando en primera fila a Pilar Bardem, mujer que no tenía ninguna nominación y cuya única vinculación con la gala es acompañar al productor de un documental que iba a ser premiado (ya ven ustedes qué protagonismo debería tener y dónde deberían estar sentados), que a su vez integró listas de partidos políticos de Izquierdas (Candidatura al Parlamento Europeo de Izquierda Unida si no recuerdo mal), y con continuos primeros planos. En fin, que no engañan a nadie.

Espero que algún día el cine español pueda ser verdaderamente libre. Libre de cualquier tipo de pensamiento político. Libre de que su organigrama luzca claros tintes y colores. Flaco favor le hacen a nuestras películas personas cuyo odio solo les mueve hacia fines personales mas allá de exhibir su arte. Igualmente su preocupación por el IVA, debería ir dirigida a su actitud a la hora de captar clientes y espectadores. En un país con pluralidad de opiniones, llamar subnormal a un votante del PP a la cara y hacer películas de la revancha al Franquismo, no creo que sea el mejor escenario para publicitarse. Aunque como vivimos en la nación del sofisma, aquí dirán que es por falta de presupuesto. Ruego que a la lista superior le peguen un vistazo, no todas tienen grandes presupuestos y muchas son muy buenas.

Algún día podremos ir a una sala de cine para divertirnos, ver buenas historias, no tragar por personajes encasillados en su visión social de España y, ante todo, poder sentirnos orgullosos de la creatividad española. Mientras tanto, seguiremos tragando las mismas caras una y otra vez, actores de calidad discutible, aburridos y repetitivos guiones, historias sacadas del sectarismo y escasa calidad.

El espectáculo debe continuar, pero el del arte, no el de la vergüenza.  

ALEJANDRO LÓPEZ FERNÁNDEZ, MILITANTE NUEVAS GENERACIONES PP GIJÓN

No hay comentarios:

Publicar un comentario