jueves, 13 de diciembre de 2012

Jóvenes sin empleo.


La primera verdad en materia de empleo es que nunca hay suficiente. De hecho, en años de euforia económica la Encuesta de Población Activa muestra que cuanto más se reduce el desempleo, más gente nueva se lanza a la búsqueda de trabajo. Motivos económicos y sociales descansan tras esta primera verdad. Nadie quiere quedarse en casa sin trabajar. Nuestra sociedad sigue orientada al trabajo, no al ocio.

La segunda verdad es que el desempleo juvenil en España ha doblado siempre a la tasa de desempleo general. Durante mi primer trabajo en los 80 escribí sobre la tasa inaceptable de desempleo juvenil que amenazaba con crear una generación perdida. Ni siquiera creo que entonces fuera original la frasecita. Imagínense ahora...

Después vienen las preguntas. ¿Por qué la tasa de paro es tan alta en España? ¿Por qué el desempleo juvenil es siempre el doble del general?

La envergadura de las cifras impide ya cualquier explicación racional. El paro español supera al 23% y el juvenil el 46% cuando en economías menores como Austria u Holanda no pasan del 8%. Y en la UE el paro juvenil está en el 20%. ¿Por qué en España las cosas son así?

Porque la estructura del empleo español es muy dependiente de la coyuntura económica. Rigideces laborales, productividad insuficiente, desaparición de los empleos temporales y de formación. En años buenos España absorbe una increíble cantidad de recursos humanos, en años malos, y llevamos cinco seguidos, la destrucción es brutal.

Ahora la UE pretende un plan mágico llamado Iniciativa de Oportunidades para la Juventud apoyando el reingreso en los estudios a quienes los hayan abandonado y facilitando una primera experiencia laboral a quien carezca de ella. 370.000 plazas en prácticas europeas, dinero para los jóvenes emprendedores, ayudas temporales en el tránsito entre educación y empleo. Extensión masiva de los programas de intercambios Erasmus y Leonardo de Vinci de prácticas laborales fuera del país de origen... muchas y buenas medidas.

El problema es que para ello quiere utilizar 30.000 millones de euros de los Fondos Estructurales que los propios estados miembros amenazan con reducir en el próximo presupuesto comunitario. Grandes planes con un dinero que los presupuestarios no encontramos...

La solución está en sanear las economías europeas, hacernos más competitivos y más flexibles. Cuando la economía crece, y va a hacerlo, el paro joven disminuye. Se lo debemos, Europa está construida para ellos.

SALVADOR GARRIGA, EURODIPUTADO DEL PARTIDO POPULAR.

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