Es
frecuente pensar de forma restrictiva en los distintos planos de
actividad de los ayuntamientos en el ejercicio de sus funciones.
Generalmente, nos centramos en el planeamiento urbanístico que ha
estado tan de moda en los últimos tiempos, en los servicios
generales tales como recogidas de basura o transporte público, o en
las gestiones de los tributos locales y las pequeñas obras que se
realicen en el seno de la localidad concreta.
Nada
más lejos de la realidad, la autonomía municipal consagrada en
nuestra Carta Magna en su artículo 140 nos permite dar a dichas
entidades un gran ámbito competencial para poder desarrollar las
distintas políticas que puedan lograr el mayor beneficio para sus
administrados. Dentro de estas políticas y como no podía ser de
otra manera, se encuentran las encaminadas a favorecer la vida de los
jóvenes. Políticas en materia de centros de estudio, ayudas al
deporte, mejoras de las condiciones de transporte público, talleres
de formación, actividades culturales, conciertos y eventos, planes
para incentivar el trabajo, planes de ayuda al acceso a la vivienda y
para mejorar las ideas emprendedoras mediante ayudas a los negocios
que se constituyan por este colectivo, planes de idiomas, etc…
No
sin poca preocupación hemos de analizar los últimos años de
gestión municipal en estos aspectos, los cuales han arrojado más
sombras que luces al planeamiento de los jóvenes en las políticas
municipales. Vivimos en una difícil situación financiera que hace
que los presupuestos se restrinjan y nos veamos con dificultades para
poder mantener los servicios mínimos, pero en todo caso, dichas
políticas no son incompatibles con esta austeridad que tanto se
predica hoy en día.
Así
pues, desde el Ayuntamiento de Gijón y huyendo de la perspectiva
joven de las políticas municipales, se realiza una clara merma de
derechos de este colectivo a base de ordenanzas que solo restringen
los comportamientos que parecen agradar a determinado colectivo de
adultos. Recientemente, hemos visto cómo conductas tales como el
botellón han sido perseguidas como si de la peste se tratara al ser,
en todo caso, causa de grandes males patrimoniales para la ciudad y,
a su vez, ser tachado de conducta “insalubre”. Es curioso que
pese a tal restricción no
haya habido opciones alternativas
por parte del Ayuntamiento con el fin de enseñar a los jóvenes cuál
sería la idea de un ocio “limpio”
conforme
al civismo que tanto se predica. Carentes de ideas y ante la falta de
iniciativa municipal, el actual gobierno realiza un bombardeo de
ideas con el fin de evitar más gastos en detrimento de los mas
básicos Derechos de la Juventud, a la cual relegan a un más que
criticable segundo plano.
Con
una primitiva visión de la política local, la actual regidora del
consistorio plantea unas políticas de “el
que paga tiene Derechos”
olvidando que otros colectivos tales como los jóvenes o las personas
en riesgo de exclusión económica también son administrados con los
mismos derechos que se pueden predicar para los mayores de edad y
contribuyentes. Así pues, y evocando el municipalismo de la época
de Primo de Rivera, en el que quien mas contribuía a soportar los
gastos públicos era elegido para integrar el gobierno local, vemos
cómo desde la alcaldía se plantean recortes constantes a los
derechos de la juventud sin ningún tipo de atención a sus
necesidades e inquietudes.
Cabe
hacer una profunda reflexión sobre tal escasez de miras. La
austeridad no se traduce en saber gastar menos para evitar deber más,
sino que se traduce en el uso eficiente
de los recursos sin perjuicio de los compromisos
sociales
que la cláusula de Estado Social de nuestra constitución
predispone. Máxime, cuando el futuro se crea sembrando y dichos
jóvenes podrán soportar con mayor garantía los gastos públicos si
han crecido en un ambiente que les ha permitido formarse,
complementar sus estudios básicos con una buena oferta en idiomas,
un conservatorio de música con amplios recursos y que incite a
acudir, que se publicite y no se esconda, actividades deportivas y
escuelas de verano, una estrecha conexión con la cultura, etc…
La
juventud abarca distintas edades y comprende distintas épocas de la
vida. Como se iniciaba este texto, no solo nos referimos a los más
pequeños sino a todos aquellos que buscan emprender su carrera
profesional y necesitan ayudas, o a aquellos que quieren venir a
nuestra ciudad a vivir para poder encontrar un trabajo y necesitan
ayudas para la vivienda. Tenemos actualmente varias entidades
públicas tales como la empresa municipal de la vivienda o los
organismos vinculados a la empresa que podrían promover becas y
prácticas formativas dentro de los distintos polígonos industriales
que integran la ciudad o de ese gran valor que es el parque
científico tecnológico. Igualmente, tenemos una ciudad de cultura y
vida tal y como es la Laboral. Un espacio amplio para poder promover
la creatividad juvenil y acercar a los jóvenes a sus contenidos.
Lamentablemente, la carencia total de festivales al margen del
pionero y ahora polémico FICX, de premios municipales y concursos y
de colaboración con otras entidades como las obras sociales de las
Cajas de Ahorros, nos deja nuevamente cojeando en este apartado.
En
conclusión, en pocas líneas hemos podido ver cómo las vías de
debate son múltiples y no pocas las ideas que desde un municipio se
pueden trabajar para poder conseguir que nuestros jóvenes gocen de
cuantos derechos les corresponden por la especial protección que
merecen. Cabe ahora mirar con este texto en la mano, punto por punto,
cada una de las distintas actividades que durante este tiempo se han
venido realizando y plantearse porqué motivo tenemos una sequedad
total de iniciativa para quienes menos culpa tienen de esta crisis y
más la están sufriendo por vivir situaciones difíciles y no tener
ni tan siquiera ayudas para poder desconectar de tales momentos.
Nuestra
organización siempre estará comprometida con la lucha por dichos
derechos y tratará de dar voz a quien a golpe de pasividad se trata
de enmudecer, seguiremos luchando cada día por pelear hasta la
última idea que pensamos pueda favorecer el desarrollo del
municipalismo juvenil y, ante todo, reivindicamos dar voz a dichas
políticas ante la total ausencia de creatividad y de capacidad
demostrada hasta la fecha.
ALEJANDRO LÓPEZ FERNÁNDEZ, NUEVAS GENERACIONES PARTIDO POPULAR DE GIJÓN.
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